Chico conoce a chica, chica conoce a chico, chica/o conoce a chica/o, o cualquiera de sus variantes… sus miradas se cruzan durante unos intensos segundos… y allí, en ese preciso instante nace el amor. MENTIRA. Tal vez sería más fácil, tal vez no, pero en mi opinión solamente podemos ver el nacimiento del amor en una mirada creyendo en la magia de Walt Disney. Me explicaré.
Cuando conoces a alguien tienes la sensación de empezar una historia desde el principio, de plantar una semillita que crecerá, un árbol esplendoroso con fuertes raíces y proyectado hacia las estrellas. Pero en la vida terrenal la pareja no nace cuando sus caminos se encuentran; cuando se cruzan por primera vez sus corazones tienen ya un pesado recorrido, y en este caso el tener más o menos historial no implica llevar más o menos peso. En el corazón de nuestros dos protagonistas se pueden apreciar una serie de ranuras, huecos, pozos…que nos dan información sobre el camino recorrido con sus pequeñas o grandes heridas deseablemente cicatrizadas.
De nuestro corazón se desprenden también una serie de cuerdas, cada una de ellas tirará en una dirección y en caso de tirar en direcciones opuestas o contaminadas, podemos llegar a entender lo que es amar y sentirse amado de maneras muy poco saludables. ¿Cómo se llaman esas cuerdas? Te preguntarás. No te creas que las cuerdas tienen nombre de EX, que también, sin embargo el amarre más poderoso tiene el nombre de la primera persona que nos haya querido: mamá, papá, abuelo/a, nanny,… y la dirección y intensidad de esa cuerda depende de cómo nos hayamos sentido amados.
Ese primer contacto con el amor nos marca la vida, que no es lo mismo que determinarla, pero sí tiene un peso importante. A ello le seguirán la música y los ruidos a los que hayamos prestado atención durante toda la vida sobre el amor, que junto a nuestras propias experiencias y deseos, marcarán nuestros miedos, necesidades y expectativas….una agenda oculta que pocos descifran en sí mismos y es la responsable de que algunos se embarquen día tras día en relaciones condenadas al fracaso.
Antes de soltar amarras y navegar a toda vela, uno debería preguntarse qué tipo de barco quiere, qué cambios debe hacer en su propia embarcación para no convertirse en un Costa Concordia, y eso supone: Conocer y tomar el control de sus propias anclas para no ser tirado por las de otros buques, explorar a fondo su motor para saber qué mecanismo de base tiene y qué mejoras le hemos ido añadiendo desde ese primer contacto con él, también deberá revisar bien su cubierta puesto que a mar abierto no es momento para cicatrizar heridas abiertas. Y por supuesto debe plantearse por qué tipo de mares ha transitado y si están allí los paisajes que quiere recorrer, porque para navegar por el Mar Muerto uno no puede salir del Mediterráneo aunque lo tenga más cerquita…
No te olvides que al igual que tú, las otras embarcaciones también tienen su propia historia y su propia hoja de ruta, sería bonito rescatar un velero que pide auxilio a gritos, pero el servicio de reparaciones está en el puerto y acabaríamos recreando un romántico Titanic. Un barco dependiente necesita acercarse a tierra firme para conocer y curar sus propias heridas, solamente así podrá algún día hacerse al amOr!
Aida Blanco
05/08/2012 at 11:44
Para no perder las costumbres, sigo sin captar el significado…
Asi que entre mi analfabetismo emocional y la dimension de los comentarios ya escritos, poco puedo aportar salvo cagarme en la nanny, clarisima culpable de mi deriva.
Flavio dice que lo ha entendido todo http://i45.tinypic.com/2j5ia04.jpg
11/11/2012 at 21:44
La opción «hacerse la nueva rubia» aquí te vale, pero ¿te vale para las respuestas a ti mismo? A mi me encanta fantasear con mapas de Indianna Jones, pero luego me llevo el mapa al terreno 😉
03/08/2012 at 12:04
Perdón… Manos poco hábiles y dedos excesivamente rápidos me han conducido al error anterior.
Segundo intento para superar el metro ochenta centímetros… como se diría en el argot de salto.
Adoro provocar sonrisas y más aún cuando no es mi propósito. Así pues, te comunico mi satisfacción por lo conseguido.
Mis deducciones, y lo escrito, se circunscriben a lo leído en tus textos. Ante todo, te afirmó que no hay ninguna intención por mi parte de ironizar en lo relativo al dominio que atesoras de esos conocimientos.
¿Cómo podría hacerlo? ¿Conoces a André Moreau?
Diría que no tenemos ese placer, o en todo caso, no soy conscientemente de ello.
Respondiendo a tu pregunta, supongo, y sólo supongo, que estás en lo cierto.
Dudo mucho que exista alguien que esté en capacidad de dominar al completo un tema tan complejo, variado y en el que confluyen un tan alto número de variantes como el que nos ocupa.
Pero al mismo tiempo, sí que opino que estaríamos en lo cierto si afirmásemos que, como en todas las cosas, hay quienes tienen un dominio de la materia más extenso que otros.
Después de éste largo cúmulo de concreciones y en lo relativo al tema de los «pinchazos» dispararé unas cuantas salvas para ver si hago blanco en aquello que me pides que te apunte…
El Miedo.
Esa poderosa y abstracta sensación que nos oprime y nos domina, que nos mantiene estrictamente bajo su yugo impidiéndonos ser nosotros mismos y disfrutar al máximo de todo aquello que nos ofrece la vida.
Cuando estamos a punto de emprender un reto, cuando las dudas nos acechan y se nos impone el constante maltrato de pensar en un futuro que no existe y en el que vislumbramos e incluimos como ciertas y muy probables las consecuencias menos positivas quizás nos tendríamos que preguntar…
¿Qué me puede pasar? ¿Podré, en el peor escenario posible, no continuar yendo hacia adelante?
A la vez que, a continuación, intentemos relativizar un poco las cosas…
Que nadie interprete en mi escrito una intención de hacer apología de la adopción de la más absoluta temeridad. Al contrario, ser cabal y prudente son grandes virtudes, aunque…
¿Deberíamos permitir que nuestras decisiones sean tomadas por sensaciones que nos limitan tanto como las que nos quiere imponer el miedo?
No hay mayor insatisfacción que la de no intentar un reto por temor. La frustración que se obtiene una vez has visto pasar el tiempo y recuerdas con pesar que ni tan sólo intentaste hacer posible tu ilusión es capaz de llenar tu alma de vacío y de pena.
¿Se puede elegir vivir con miedo y con todo lo que ello nos comporta?
No lo sé. Pero sí que opino que siempre está a nuestro alcance la capacidad de intentar, de luchar y de no rendirnos para conseguir nuestras ilusiones.
Aunque en el peor de los casos fracasemos, siempre nos quedará la satisfacción y el consuelo de pensar que hicimos todo lo que pudimos para conseguir aquello que deseábamos.
El amor, diría, se ve muchas veces enmarcado dentro de todo lo anterior…
Felicitaciones, nuevamente, por tu blog.
03/08/2012 at 12:48
¡Menudo día! Plagado de olvidos y de imprecisiones y… !Aún es pronto!
El otro día un amigo comentó una expresión que me resultó muy destacable:
Caer para después levantarse, no es caer…
11/11/2012 at 21:35
Reencontrado André, antes que nada disculparme por el paso de unos cuantos días…. a veces una no gestiona bien o mejor dicho no ordena las prioridades como es debido.
Releyendote me ha impactado especialmente este párrafo duriiiiisimo, con el que estoy totalmente deacuerdo, y supongo que por algún motivo me resuena hoy en especial:
«No hay mayor insatisfacción que la de no intentar un reto por temor. La frustración que se obtiene una vez has visto pasar el tiempo y recuerdas con pesar que ni tan sólo intentaste hacer posible tu ilusión es capaz de llenar tu alma de vacío y de pena.»
Preferible en mi opinión siempre tirarse a la piscina aunque con los brazos por delante por si acaso!
Un abrazo grande y gracias, GRACIAS
01/08/2012 at 9:09
Muchas gracias André!
Con lo que respecta a lo que comentas del amor como tema que claramente domino…no sé si estás ironizando o realmente crees que hay alguien que puede dominar ese tema más allá de la teoría…;) en cualquier caso me has provocado una gran sonrisa que te agradezco 😉
Comparto tus matices y te propongo pensar en cuáles son los pinchazos más freqüentes de hoy en día según tu punto de vista.
Mil gracias!
03/08/2012 at 10:27
Mis palabras mantienen
30/07/2012 at 16:58
Me parece muy acertado el símil con el que relacionas el amor y el mar. Aún más, si cabe, el muy recomendable consejo de tener muy claro el estado de la situación justamente antes de aventurarse a emprender un viaje.
El mar, y el amor, que es el tema que claramente dominas, no son aspectos a tomar en broma y está muy claro que ninguna de las dos son travesías exentas de ciertos riesgos.
Es por esa y muchas otras razones que, antes de iniciar el viaje, y como muy bien citas, todo tiene que estar a punto. Especialmente importante es el hecho de intentar minimizar los riesgos que eventualmente nos podemos encontrar. ¿Cómo hacerlo? Lo dices, en mi modesta opinión, muy claramente.
La realización de un correcto ejercicio de diagnóstico nos facilitará descubrir las anomalías que afectan a nuestra nave para posteriormente darnos la opción de ponernos manos a la obra para subsanar dichos desperfectos.
Nada peor que intentar llevar a cabo una travesía transoceánica con una nave que hace aguas antes de salir de puerto.
¡Y no olvidemos que hay que trazar bien la ruta!
Existen ciertos mares y multitud de islas plagadas de corsarios, ávidos del abordaje y de sacar provecho de las debilidades de ciertos buques maltrechos o que navegan sin rumbo claro…
Así pues, el vigía desde lo más alto del mástil… ¡Ojo avizor!
¡A toda vela con tu blog! Los temas que planteas son muy atractivos.
28/07/2012 at 18:47
Fantàstic Aida!!!
01/08/2012 at 8:58
Mil gràcies Rosa per passar-te per aquí! Me n’alegro que t’hagi agradat, una abraçada!!
26/07/2012 at 22:45
I dic: com és agrada enredar, perdre el temps ser egoistes, si tan sols estem aquí per viure i experimentar.
01/08/2012 at 8:56
Doncs si, potser buscant explicacions ens perdem la VIDA. Emoció vs. Raó… recorda al «ser o no ser»….
26/07/2012 at 17:20
Bonito y real como la vida misma, me he sentido totalmente identificado, yo busqué una vez un puerto en el que sanar mis heridas, y mis heridas me han hecho ser mas comprensivo y mejor persona seguro, incluso una vez fuiste tu el astillero donde reparé mi embarcación…. crecer, investigar y volar fué el destino de esa heridita…
gracias por hacer del amor algo terrenal y separarlo de lo divino…
01/08/2012 at 8:52
Astillero o barco punzante…no lo sé. En cualquier caso admiro (y mucho)tu capacidad de curarte, transformarte y volar como tu dices! Ser capaz de ver en una piedra en el camino un escalón a subir, y no solo verlo a nivel mental sino de sentirlo en tus carnes que es lo más difícil, me parece «chapó». Yo tengo mucho que aprender de ti.
mmmmmmmmmmua!
26/07/2012 at 17:15
Las cadenas del pasado lastran poderosamente nuestra navegación… Impidiéndonos frecuentemente descubrir las plácidas y transparentes aguas que nos esperan en el horizonte lejano, en otras latitudes pendientes de nuestro descubrir…
¡Cuánta razón hay en tus palabras! Excelente análisis de un tema francamente incómodo, de esos de los que muchas veces no nos queremos plantear con el único fin de mantener el falso bienestar que nos produce el vivir conformes en el Reino del Engaño.
El saborear este tipo de reflexiones nos permite ir un poco más allá.
¡Muchas gracias y felicidades!
01/08/2012 at 8:48
Comparto tu opinión Alfie, el Reino del Engaño no puede ser eterno, en algún momento uno se da cuenta de la temporalidad de todo esto y decide serse sincero, ¿no crees? Para mi el más deseable es Reino de la libertad compartida.
Gracias por haber ido más allá,
un abrazo!
01/08/2012 at 17:12
El Reino de la Libertad Compartida… Esas palabras invocan parajes idílicos a los cuales, me arriesgaría a afirmar, todos rendiríamos gustosos pleitesía…
¿Es capaz el ser humano, con sus debilidades y imperfecciones, de traspasar tan maravillosas fronteras y conllevar la responsabilidad que comporta la manutención de tan transparente Arcadia?
Reaviva la llama de la ilusión el pensar que ese pequeño y desconocido Reino existe, pero aterra la perspectiva el pensar que, como repetía incesablemente el cuervo de la fábula de Orwell, se trata tan sólo de un ideario más afín a la voluntad de creer que a la realidad de perseguir…
¡Mis palabras no invocan, de ninguna de las maneras, que ponga en duda la existencia de esa fantástica condición!
Muy probablemente existan testimonios que nos puedan dar fe del conocimiento de esas bondades, pero desgraciadamente me temo que no es tarea fácil de conseguir.
En otro orden de cosas, la sinceridad del acto de retirar el pañuelo que cubre nuestros ojos está solamente al alcance de las personas que actúan con bravura y que se arriesgan a padecer un acusado dolor a cambio de acusar sensaciones más auténticas.
Muchos se preguntarán: «¿Merece la pena experimentar las punzadas escalofriantes de la decepción y el desespero para poder descubrir unos inicios decepcionantes que no conllevan garantía de éxito posterior?»
En estos tiempos en los que lo superficial nos envuelve tan agradablemente, resulta fácil y tentador querer continuar conscientemente con esa suave venda que nos aparta del dolor diario.
Tus réplicas son fascinantes. Gracias por el juego y las reflexiones que nos comportan.
26/07/2012 at 17:06
Gracies per compartir aquestes paraules amb nosaltres….!!! Crec que tots ens podem sentir identificats… MUAAAAAAAAA!!!!!;))))
01/08/2012 at 8:39
Aquesta és la intenció! Me n’alegro moltissim i mil gràcies per dedicar el teu temps a llegir-les i comentar-les! MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMUUUUUUUUUUA!!!!!!!!!!!!!!
26/07/2012 at 15:52
Gracias Aida. Siempre con comentarios elevados!
01/08/2012 at 8:38
Gracias Edu, pero estarás de acuerdo en que hasta un cuento de niños puede ser elevado…depende del lector no del que lo ha escrito 😉 Así que gracias a ti por tu interpretación 🙂
01/08/2012 at 12:17
Si. Quizás las gafas del lector también ayudan. Besotes Aida y sigue así! 🙂
26/07/2012 at 14:28
Cuando no sabes como expresar algún tema interno y mas en el amor, aparece un post como el tuyo que te hace reflexionar pero a la vez te da miedo ya que ves reflejado en algunas lineas parte de lo que tienes dentro y eso siempre resulta raro, al menos para un servidor. Espero que todos podamos tener nuestro barco reluciente para navegar por cualquier mar, aunque vigilar que el casco hay que limpiarlo constantemente para navegar con seguridad.
Felicidades!!
01/08/2012 at 8:31
Muchisimas gracias Joan,
no hay mayor piropo que el poder alimentar esas conversaciones que uno tiene con sí mismo/a. Me parece muy valiente y trasnsparente como lo transmites!
Si me permites una pregunta, ¿Estás seguro de que cualquier mar te viene bien?
01/08/2012 at 10:04
Por pedir navegaria por el Indico 😉 pero navegar por el mar de Bering (Pacífico) también tiene su encanto , no crees?